Cerdos sin hamaca: ¿y tú, sigues arrullando a los cerdos?
Por: Mónica Maydez
Al inicio de
este año 2023 la escritora Ana María Castellanos sorprendió a todos sus
lectores con su nueva producción literaria: “Cerdos sin hamaca”. El título
obedece a una metáfora acerca de cómo las mujeres sostenemos a los hombres para
que ellos triunfen en el espacio público. Somos la base para que ellos, sin
preocuparse por cosas del hogar o la familia, salgan a conquistar a las universidades,
empresas o institutos, y por qué no, hasta a otras mujeres.
Bajo el sello de la editorial Ariadna, formando parte de la colección Los tímpanos de Teseo, sale a
la luz esta antología de cuentos, relatos y crónicas que encarnan las historias de muchas mujeres que merecen ser conocidas a través de la lengua-fuego de la
escritora.
Ana María y yo,
nos conocimos hace unos años, cuando unimos nuestros talentos para darle vida a
Trastornos Textuales, una antología poética enfocada a explorar los trastornos
mentales. Ella es una mujer que inyecta fuerza y motivación, que lucha para que
las mujeres de su edad (como ella lo dice) sepan que nunca es tarde para experimentar un delicioso e intenso orgasmo.
Su lucha también
la cuenta la avenida Reforma cuando la mira marchar, cada ocho de marzo, con
aquel fuego que la caracteriza. Es grato para mí decir que es mi compañera de
letras, de lucha y una gran mujer a quien admiro y de quien tanto he aprendido a no darme por
vencida. De esa misma manera, Ana María es una mujer contestataria, pues sus letras protestan en contra del régimen falocéntrico.
Fue precisamente
en la marcha de marzo 2023 donde mi amiga Ana María puso en mis manos su nueva
obra literaria, tal como una recién estrenada madre pone a su bebé en los brazos de
alguien en quien mucho confía que no lo dejará caer.
Ella dedica su trabajo a todas las mujeres que han sido violentadas por este maldito sistema
patriarcal. La obra es una oda a la supervivencia femenina. La autora rinde homenaje
a Minerva, la diosa de la sabiduría, ¡ella misma es una de tantas minervas! Todas somos una minerva, nos recuerda.
Estos relatos
contenidos en Cerdos sin Hamaca hacen un intenso recorrido, desde el Fragmento
de una boda hasta El techo de cristal, que tanto nos ha impedido avanzar profesionalmente.
La escritora
viaja al barrio bravo de Tepito para nombrar a las matriarcas que le han dado
respaldo y respeto a las mujeres del barrio. Las siete mujeres más chingonas y honradas
del lugar, ellas aká se rifan.
En esta obra diversas emociones se mezclan: enjundia, felicidad, tristeza, coraje, sorpresa, incredulidad; algo es seguro: la autora nos refresca con una perspicaz satisfacción de triunfo, pues como ella dice: “más vale una rata que un pensante orangután”. Estos textos, como bien lo resalta en Mi lengua al desnudo, castran oídos patriarcales. Visten la desnudez del lenguaje misógino para engalanar una nueva realidad feminista.
Los animales
también son usados alegóricamente a lo largo de los textos de la escritora en
su forma más oscura y aberrante para simbolizar al enemigo que oprime, a la bestia que embiste,
al orangután que ataca intelectualmente y al cerdo que pretende ser mecido
desde su nacimiento hasta su muerte por una mujer que le proporcione los
cuidados pertinentes (comida, limpieza, sexo, cuidado) para que él pueda mostrarse exitoso.
La pregunta que
nos obliga a responder la autora, después de todo un camino reflexivo, es: ¿y
tú, sigues arrullando a los cerdos?
👉 Lee un poco más de su obra en: mulieranamar.blogspot.com
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