Legado literario de Primo Levi.
La trilogía de Auschwitz: Si esto es un hombre, La
tregua y Los hundidos y los salvados;
es un testimonio sobre la vida dentro de los campos de exterminio. Este
escritor se definía así mismo como tres cuartos italiano y un cuarto judío, esa
cuarta parte lo llevó a vivir degradaciones y humillaciones por parte del
régimen nazi; no creció con educación religiosa, por lo que era un judío que no
hablaba hebreo. Su conciencia como judío le llegó a través de las leyes
raciales establecidas bajo el régimen de Mussolini.
El escritor fue liberado de los campos de concentración
en 1945. Al siguiente año, tuvo listo el primer libro de la Trilogía: Si esto
es un hombre. Como suele suceder, con escritores núbiles, en esos tiempos no
hubo editorial que quisiera publicar su novela por ser un desconocido.
El pilar de la trilogía es el mayor pogromo de la
historia. Asesinaron a seis millones de judíos, muchos de ellos sometidos a
tortura previa: insultos, golpes, hambre, sed, frío, experimentos científicos y
demás. Este oscuro episodio de la historia, arrancó a personajes influyentes en
alguna ciencia u oficio, como escritores, médicos, músicos, etc. Ejemplo de
ello: la escritora Irene Némirovsky y la poeta Gertrud Kolmar.
Levi, afortunado sobreviviente, nos lleva de la mano
desde su deportación hasta la reflexión de “la
zona gris”; ese espacio de supervivencia donde muchos judíos actuaban como
ejecutores de sus pares; los llevaban a las cámaras de gas, les arrancaban sus
ropas y sus dientes de oro. Lo hacían creyendo que ellos se salvarían; al final
también eran llevados a las tan temidas cámaras de gas con el objetivo de
erradicar testigos.
El hundimiento de la humanidad: La discriminación, origen
de toda violencia.
Se trata de un problema humano que sigue perjudicándonos.
No estamos en la Alemania Nazi y, sin embargo, siguen las persecuciones por
creencia religiosa, orientación sexual, origen étnico, nacionalidad, género, etc.
En Los hundidos y los salvados, Levi, reflexiona sobre el
holocausto y el olvido; refleja miedo al porvenir en esta frase: “Ha sucedido, y por consiguiente, puede
volver a suceder; esto es la esencia de lo que tenemos que decir”. Y es que
justamente él consideraba que ese suceso podría repetirse en cualquier parte
del mundo so pretexto de
legislaciones morales, ideas religiosas, racismo, etc. lo único que faltaría,
para que esto aconteciera, era dinero.
La lucha por la supremacía racial, ideológica o
socioeconómica es el génesis de esta discriminación. El nacionalsocialismo
parece resurgir en cada exclusión, en cada persecución y en cada ejecución que se
realiza bajo la premisa de supremacía.
El legado literario del judío italiano Primo Levi, es
atemporal. Narra de una forma profunda los horrores que vivían, el hambre que
padecían y las maletas llenas de sueños que les eran arrebatadas apenas pisaban
el campo de concentración. Muy similar a lo que vivimos, por ejemplo, ahora en
México por la violencia hacia las mujeres que desemboca, o no, en un
feminicidio.
Podría, también, ejemplificar este suceso con las
terapias de conversión que existen en algunos centros religiosos, destinado a “rectificar”
la orientación sexual de personas homosexuales. Por fortuna, en la ciudad de
México, han sido prohibidas desde el año 2020.
“La historia de los
campos de destrucción debería ser entendida por todos como una siniestra señal
de peligro”. —Levi. Recapacito: ¿Un
peligro latente en nuestra sociedad actual donde reina la discriminación y la violencia?
La herencia literaria de Levi es la reflexión sobre el
hundimiento de la humanidad, donde el hombre no escatimó para, casi, aniquilar
al pueblo judío por considerarlos seres inferiores e incluso no humanos.
Volver en la historia a través de la pluma de Primo Levi
nos permite cuestionarnos: quizá sea momento de detenernos a pensar qué tan
lejos, o cerca, estamos de permitir una persecución como aquella, dados los prejuicios
que existen todavía en la sociedad.
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